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viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Qué es la Tabla Periódica de los Elementos?

* La Tabla Periódica de Los Elementos es sencillamente el ordenamiento de los elementos químicos según su número atómico, es decir, la cantidad de protones del núcleo de un átomo. Las propiedades físicas y químicas de un elemento y sus compuestos se relacionan con la posición que ocupa ese elemento en la tabla, la que se divide básicamente en grupos y periodos. Mendeleiev fue quien la compuso y con ello pudo prever la existencia y las propiedades de elementos desconocidos en su época. El los colocó en orden de acuerdo a su peso atómico y luego las agrupo en filas basado en sus propiedades químicas y físicas, como lo veremos en la siguiente imagen en la actualizada Tabla Periódica, en la que hay nuevos elementos, pero estructura, composición y orden se mantiene de acuerdo a la creación de Mendeleiev. 'Tabla Periódica de Elementos'

Origen Histórico de la Tabla Periódica de los Elementos

1. Origen histórico de la Tabla Periódica de Los Elementos Los primeros intentos se basaron en ordenar los elementos conocidos según sus propiedades, en especial su masa atómica. A comienzos del siglo XIX el alemán Debereiner desarrollo la Ley de las Triadas, ordenando los elementos en tríos donde el promedio de la masa atómica de dos de ellos correspondía a la del tercero. A mediados de siglo el inglés Newlands planteó la Ley de las Octavas, donde los elementos se ordenaban en grupos de siete ya que el octavo tenía propiedades similares a la del primero. Hacia fines de la década del sesenta (del 1800) habían sido descubiertos cerca de 80 elementos químicos. La situación era por un lado muy satisfactoria: todas las sustancias vivas y objetos inertes que se encuentran en la naturaleza se comprenden como formadas por moléculas más o menos complicadas, a su vez formadas por combinaciones distintas de átomos. Las propiedades básicas de los objetos dependen no sólo de cuáles son los elementos que los forman sino de la disposición de estos dentro de la estructura de la materia. Los sólidos, por ejemplo, tienen la propiedad que les da nombre debido a la fuerte interacción de las moléculas que los forman, dispuestas en una red muy estable. De manera que con menos de una centena de elementos básicos es posible comprender la formación de una infinidad de diversas sustancias. Sin embargo había fuertes razones para desconfiar de la “elementalidad” de los átomos hallados. Por un lado una centena es un número demasiado grande para aceptar su existencia como elementos fundamentales. Este es un concepto más abstracto pero bien afianzado en la comunidad científica, el objetivo máximo de la investigación en esta área de la ciencia es la búsqueda de unos muy pocos (de ser posible sólo uno) componentes elementales de la materia. Por otro lado, los átomos descubiertos tenían propiedades químicas muy fuertemente relacionadas que llevaron a organizarlos por familias con las mismas características. La obra cumbre de este ordenamiento fue propuesta por Mendeleiev (1869) junto a Meyer, en su célebre Tabla Periódica de Los Elementos, que no sólo sirvió para agruparlos sino también para predecir la existencia de elementos aún no observados. Esta periodicidad de la naturaleza no podía ser casual y debía tener origen en la existencia de una estructura más fundamental aún que los átomos. Mendeleiev nunca comprendió la estructura del átomo, pero su trabajo fue esencial al estimular la investigación para descubrirlo. Hoy, gracias a los postulados de Rutherford y Bohr, sabemos que la Periodicidad de los elementos es en función de su número atómico, y por lo tanto depende de su configuración electrónica.

Tabla Periódica

La tabla periódica de los elementos clasifica, organiza y distribuye los distintos elementos químicos, conforme a sus propiedades y características; su función principal es establecer un orden específico agrupando elementos. Suele atribuirse la tabla a Dmitri Mendeléyev, quien ordenó los elementos basándose en la variación manual de las propiedades químicas, si bien Julius Lothar Meyer, trabajando por separado, llevó a cabo un ordenamiento a partir de las propiedades físicas de los átomos. La forma actual es una versión modificada de la de Mendeléyev; fue diseñada por Alfred Werner. Aunque algunos elementos como el oro (Au), plata (Ag), cobre (Cu), plomo (Pb) y el mercurio (Hg) ya eran conocidos desde la antigüedad, el primer descubrimiento científico de un elemento ocurrió en el siglo XVII cuando el alquimista Henning Brand descubrió el fósforo (P). En el siglo XVIII se conocieron numerosos nuevos elementos, los más importantes de los cuales fueron los gases, con el desarrollo de la química neumática: oxígeno (O), hidrógeno (H) y nitrógeno (N). También se consolidó en esos años la nueva concepción de elemento, que condujo a Antoine Lavoisier a escribir su famosa lista de sustancias simples, donde aparecían 33 elementos. A principios del siglo XIX, la aplicación de la pila eléctrica al estudio de fenómenos químicos condujo al descubrimiento de nuevos elementos, como los metales alcalinos y alcalino–térreos, sobre todo gracias a los trabajos de Humphry Davy. En 1830 ya se conocían 55 elementos. Posteriormente, a mediados del siglo XIX, con la invención del espectroscopio, se descubrieron nuevos elementos, muchos de ellos nombrados por el color de sus líneas espectrales características: cesio (Cs, del latín caesĭus, azul), talio (Tl, de tallo, por su color verde), rubidio (Rb, rojo), etc.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Medidas

Medidas Llamamos magnitud a cualquier característica de la materia o de los cambios que pueda experimentar, que se puede medir. Medir una magnitud es compararla con una cantidad de la misma naturaleza que llamamos unidad. Sistema Internacional de Unidades Se establecen siete magnitudes fundamentales que son: Longitud dada en metros masa dada en kg temperatura dada en kelvin cantidad de sustancias dada en mol intensidad de corriente dada en amperio intensidad luminosa dada en candelas Magnitudes derivadas: Que son las que se obtienen en función de las fundamentales. Superficie en metro cuadrado, volumen, metro cúbico, densidad: km/m3, velocidad, aceleración, m/52, fuerza neutro, presión (pascales), energía.

Tala de árboles

Tala de árboles Es fundamental hoy en día seguir la cultura de las tres 'R' reutilizar, reducir y reciclar. ¿Sirve de algo reciclar? La idea que generalmente tiene la gente sobre reciclaje del papel es la siguiente: voy a comprar papel reciclado para que no se talen tantos bosques y así contribuiré con el medio ambiente. Pero, ¿Esto es cierto?, ¿Realmente el reciclaje del papel tiene un impacto menor en el medio ambiente?. La respuesta no es tan fácil como parece. Cuando se fabrica el papel no se talan árboles centenarios, si no cultivos industriales, como sucede con el trigo y el maíz. Así que la manera de incrementar el número de árboles es que consumimos más papel menos. La mayor parte del papel que se procede actualmente procede de bosques sostenibles. Esto quiere decir, que por cada árbol que se corta se corta el doble o menos. Países como Suecia que tiene una de las mayores explotaciones de nivle material se consigue así mayor número de árboles . Y a los que las normaturas medio ambientales actualmente exigen cosas como papel libre decorado producción responsable etc... Resulta que el papel de 1ª generación puede llegar a ser más respetuoso con la naturaleza que el papel reciclado.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Matraz aforado

Matraz aforado: Recipiente de vidrio para medir volúmenes con gran precisión. Tienen el cuello largo y una línea de enrases. Poseen una indicación grabada de su capacidad a cierta temperatura. Al estar aforado a una temperatura estándar, no se puede calentar ni echar líquidos calientes. El enrase debe hacerse con sumo cuidado procurando que sea la parte baja del menisco del líquido la que queda a ras de la señal del aforo. Al preparar disoluciones, el soluto pesado se pone antes en el matraz y se añade una parte de disolvente.

Recipienes para contener liquidos y producir reacciones.

Recipientes para contener líquidos y producir reacciones: Matraces de destilación: Matráz de bola que presenta un tubo lateral en su cuello, por donde pasan los gases procedentes de destilación. Erlenmeyer: Matráz cónico de vidrio en el que se pueden preparar disoluciones, calentarlas, etc... Es resistente al calor, aunque sólo debe calentarse usando una rejilla. En algunos casos vienen con graduaciones que son aproximadas y sólo nos pueden servir como aproximación. En una valoración debe ser el recipiente sobre el cual se vacíe la bureta.
Kitasato: Matráz de vidrio parecido al erlenmeyer, pero con una salida lateral próxima al cuello. Sirve para conectarlo a la trompa de vacío y hacer filtraciones por succión. Hay que usarlo limpio, ya que es la única forma de poder refiltrar en el caso de que algo sólido pase. No se puede calentar, aunque sí pasar líquidos calientes. No cerrar el grifo del agua sin haber primero desconectado la goma de la salida lateral. Tener el matráz sujeto durante la operación.
Vaso de precipitado: Pueden ser dos formas, altos o bajos. Algunos vienen con graduaciones y nos dan un volumen aproximado, pero nunca con precisión. Es el recipiente más sufrido y usado del laboratorio. Se puede enfriar y calentar. Sirve para casi todo, desde preparar disoluciones hasta depósito.

Material de uso corriente en el laboratorio


Material de uso corriente en el laboratorio

Una gran parte del material empleado en el laboratorio es de vidrio o de porcelana, por tanto, es frágil y debe manejarse con cuidado.
Para calentar a altas temperaturas solo debe usarse la cápsula de porcelana o el crisol.
Excepto el tubo de ensayo, que puede calentarse directamente en la llama, se intercalará la rejilla mecánica entre la llama y el recipiente.
Nunca se someterá el material de vidrio o porcelana directamente a la acción del agua fría, inmediatamente después de haber sido calentado.
El conjunto de material del laboratorio se puede clasificar en los siguientes grupos: